Y da igual lo que se pueda pensar, las mejores cosas son aquellas que te dejan con ganas de probarlas y sin aire en el cerebro.
Sus manos en mi cintura fueron un recuerdo de esas cosas que había olvidado por falta de práctica y que hasta ahora no recordaba echar de menos, pero que visto lo visto, de hoy hasta nuevo aviso, las añoro con cada parte de mi ser.
Ya estamos hartos de penurias,
la vida nos debe algo bueno de verdad.
Sacado del blog: http://juguemosconlasperspectivas.blogspot.com/
1 comentario:
Además, es nuestra obligación ser felices.
Un besazo, bella.
Publicar un comentario